La alegría de ser Tía
- La Editora
- 23 mar 2016
- 4 Min. de lectura
Hoy ando inspirada a pesar de que he tenido días complicados. Desde hace una semana quise sentarme frente a la computadora, tomarme una infusión o café del Ki´bok, un café que literalmente está "a la vuelta de mi casa" y escribir sobre un tema para Ustedes, es acerca de lo que provoca en mi ser tía y tener como sobrinas a dos hermosas muñecas de carne y hueso que cada que veo hacen que suspire por la vida.

Según he leído en algunos artículos SER TÍA es lo MÁS COOL, pero creo que serlo va más allá de divertirse y jugar con los sobrinos. La verdad es que desde que tengo la fortuna de poder cargar a un bebé que lleva mi sangre mi vida ha dado un giro, no creo que de 380´ pero sí de unos 250´.
A día de hoy tengo dos sobrinas. La primera tiene 2 años y la segunda 5 meses. La primera es con quien entendí que ya no estoy tan joven y aprendí muchas cosas como cambiar pañales (al menos me dio un preámbulo por si algún día decido tener un bebé), la segunda es la que me ha enseñado que se puede reencarnar porque es el vivo retrato de mi cuñado, es hermosísima nada más que sin barba.
Recuerdo que cuando nació mi primer sobrina que responde al nombre de ¡Sara! (¡Sarita! para los cuates), me daba miedo cargarla, pensaba que era frágil y se me podía caer, casi no me llamaba la atención cargar bebés, pero eso cambio cuando por primera vez cargue a Mi Sari, me vi haciendo lo que todo el mundo hace cuando carga un bebé "Hablarle con pucheros como si yo también fuera un bebé".

Mi Sari es muy fotogénica
Después fue creciendo mientras sus 5 tíos ayudabamos, le cambiábamos los pañales, le cantábamos, la bañábamos, la dormíamos, le leíamos, le tomábamos fotos, le olíamos el cuellito recién bañada, le buscábamos el outfit perfecto (eso lo hago Yo por supuesto) entre otras cosas. La vimos dar sus primero pasos.
Cada que la veía ella corría a mis brazos, desde entonces me hace pensar que al menos tengo alguien que corre para verme y se emociona de hacerlo, eso ha sido lo que poco a poco ha logrado robarme el corazón a mano armada y lo de "a mano armada" lo digo porque al verla yo suelo hacerle preguntas mientras ella me abraza; es obvio que no me platica pero entre sus monosílabas entiendo lo que quiere decirme.
Ha pasado el tiempo y a veces sólo la veo por horas o fines de semana. Un día volví a casa y la vi, pensé que me había ausentado por mucho tiempo porque descubrí que la pequeña que cabía en mis brazos ya había crecido poniéndose más hermosa con sus cabellos que la luz del sol adora. Al hacer conciencia para escribir este post recordé cuando sacaba la lengua porque le picaban los dientes que buscaban por donde salir, recordé cuando le ponía su traje de baño para clase de natación y sus mini goggles, recordé que le he hablado muchas veces mientras duerme contándole de lo que es el mundo real y la vida; me gusta verla dormir porque sus pestañas tupidas se encorvan con la forma de su mejilla y me inyectan una mezcla de paz- esperanza.

Ser tía es una inyección total de esperanza.
Me gustan las vacaciones cuando puedo verla más tiempo y correr con ella o llevarla a dar la vuelta en su carrito rosa, enseñarle a manejar el carrito de las compras o ver alguna caricatura de vaquitas, perritos o cualquier cosa animada.
Las vacaciones pasadas me encargue de que se aprendiera la canción de "amor de mis amores" ahora le pregunto ¿Pongo nuestra canción? y me afirma con un movimiento de cabeza lleno de sonrisas y brillo en sus ojos. Ha sido increíble poder verla crecer entre los bailes y canciones que la ponen feliz porque las baila con mis hermanos o con mi papá, también con sus lecturas que ha aprendido a hacer después de que nos ha visto leerle, es maravilloso poder ser cómplice de una criaturita que te roba el corazón con un beso o con una sonrisa envuelta en pañales. Ahora con la tecnología agradezco poder tener las herramientas para poder escuchar un audio con su voz cuando no estoy cerca de ella, es maravilloso reírme como tonta por escucharla decir TÓN en vez de RATÓN.
Así han pasado muchas historias desde que puedo tenerla en mi vida.

Cuándo Yiyi, la sobrina número dos que fue bautizada con ese nombre por Sarita estaba en la pancita de mi hermana; Sarita bailaba con ella y le convidaba lechita desde su titi, le enseñaba sus juguetes como sí Yiyi tuviera los ojos en el mundo exterior, fue ahí cuando entendí el significado de la palabra Inocencia. Los niños son felices con lo que se les diga, es por eso que yo procuro contarles historias lindas.
Al nacimiento de Yiyi todo fue aún mejor, recuerdo que una de mis hermanas me dijo a sus 3 días de recién salida del horno "Huele a pureza" y sí, efectivamente a eso olía la pequeña Lily, Los bebés suelen oler así.
Lily es más pequeña que Sarita, cuando la veo con algún vestidito o un pantalón tamaño miniatura no logro entender por qué cabe tanto amor en mi corazón para ella.
Las veces que me pongo triste veo fotos o videos de mis sobris y todo se me olvida.
Un bebé no sólo es alegría para sus papás, también lo es para los abuelos, los tíos, los primos, los vecinos, los amigos y hasta para las mascotas.
Es increíble poder ver la forma en que Las bendiciones caen cuando te dan la noticia de que vas a ser tía.
Es maravilloso pensar en su risilla y reír aunque no esté cerca, es increíble que a ratos solo tome el teléfono para hablar con ella y escuchar su voz o ver algún video que instantáneamente me inyecta de alegría.
Para mi es increíble ser Tía.

Espero que algún día ellas sepan todo lo que significan para mi y estén consientes de lo feliz que me hace su existencia.
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